El bruxismo es el hábito involuntario de apretar y/o rechinar los dientes cuando no estamos masticando, generalmente mientras dormimos. Afecta a >70% de la población, y estudios recientes han indicado un aumento de su prevalencia debido al estrés por la pandemia y el coronavirus.
Provoca un desgaste de las piezas dentales, que ven reducidas su tamaño a lo largo de los años y pueden terminar astillándose o rompiéndose. En ocasiones produce también un aumento de la sensibilidad.
Desencadena problemas a nivel de la articulación temporomandibular (une la mandíbula con la base del cráneo) y afecta los músculos relacionados con la masticación; confundiéndose muchas veces con dolor de cabeza o de oídos.
También se puede ver alterada la apertura bucal, pudiendo desencajarse la mandíbula, “trabarse” al abrir o cerrar, o producirse luxaciones.
El tratamiento indicado es la confección de una FÉRULA DE DESCARGA (o férula tipo Michigan), que tendrá tres funciones. En primer lugar, hará que el cóndilo de la articulación mencionada anteriormente se sitúe en una posición adecuada, aliviando la presión de la zona. En segundo lugar, destensará los músculos afectados y, por último, la superficie plana de la férula hará que la mandíbula deslice sobre el maxilar; evitando que se produzcan dichos desgastes o fracturas dentales.
En casos más avanzados, el especialista valorará la necesidad de combinarlo con tratamientos coadyuvantes, como por ejemplo la toma de antiinflamatorios y/o relajantes musculares, la aplicación de calor local o una dieta blanda.